Un estudio del Hospital Universitario de Bellvitge ha demostrado la utilidad de los electrochoques para tratar la depresión, ya que provocan un aumento de la materia gris en determinadas áreas del cerebro relacionadas con esta enfermedad. Los investigadores del centro han señalado que, pese a su mala fama, este tratamiento es eficaz y altamente seguro si se aplican los actuales protocolos de anestesia y control del paciente.
El estudio realizado por el Servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge se ha publicado en la prestigiosa revista médica Translational Psychiatry y es el primero que representa con diferentes técnicas de neuroimagen los cambios que provoca a nivel cerebral esta terapia en enfermos con depresión resistente.
Cabe destacar que en Cataluña, un millar de personas reciben tratamiento por electrochoques cada año, y el 75 % de ellos consigue una mejora clínica.