El 19 de octubre es el Día Internacional del Cáncer de Mama, una fecha que busca sensibilizar y concienciar a toda la sociedad sobre la importancia de realizar revisiones y controles regulares para la detección precoz del cáncer de mama antes de que aparezca ningún síntoma. También pretende ser recordatorio del compromiso de la sociedad en la lucha contra el cáncer de mama y del sistema sanitario ya que se necesita más investigación y recursos para una detección temprana y mejora de tratamientos.
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en la mujer española. Se calcula que 1 de cada 8 mujeres españolas tendrá un cáncer de mama en algún momento de su vida. También puede aparecer en hombres aunque en menor porcentaje.
Aunque la mortalidad por cáncer de mama ha descendido en los últimos años gracias a los programas de cribado y a la mejora de los tratamientos el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en España en las mujeres.
La edad de máxima incidencia está por encima de los 50 años, pero aproximadamente un 10% se diagnostica en mujeres menores de 40 años.
Como en el resto de tumores, todos los subtipos de cáncer de mama se clasifican en estadios según la extensión de la enfermedad. El estadío en el que se ha diagnosticado el cáncer influye en la supervivencia.
La causa o causas que producen un cáncer de mama todavía no están aclaradas, sin embargo sí se han identificado numerosos factores de riesgo asociados al cáncer de mama. La mayor parte de los ellos se relaciona con los antecedentes reproductivos que modulan la exposición hormonal durante la vida.
Existe un factor de predisposición familiar, cerca del 10% de los casos de cáncer de mama son hereditarios.
El cáncer de mama constituye un importante problema de salud en España, tanto por su elevada incidencia y mortalidad como por sus repercusiones físicas, psicológicas y económicas en la población. A pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, su pronóstico sigue dependiendo principalmente de la extensión de la enfermedad en el momento de la detección. De ahí que el conseguir un diagnóstico precoz siga siendo la mejor vía para mejorar sus posibilidades de curación.
La mamografía se ha acreditado como la prueba de cribado más efectiva. Los programas de cribado mediante mamografía consiguen una disminución en la mortalidad por cáncer de mama.
Un nódulo palpable en la mama, generalmente no doloroso, es el signo más frecuente por el que se consulta, aunque también es frecuente la retracción del pezón o alteraciones de la piel de la mama, signos que hemos querido resaltar en nuestro cartel.
Tanto el diagnóstico como el tratamiento y el posterior seguimiento del cáncer de mama requiere de la colaboración de un equipo multidisciplinar donde estamos incluidos los Técnicos Superiores Sanitarios de varias especialidades.