Investigadores de la Universidad de Texas (UT) y el Baylor College of Medicine han desarrollado una nueva prueba preoperatoria para el cáncer de tiroides que es mucho más precisa que las pruebas de diagnóstico que se utilizan actualmente. Aunque es necesario que se valide antes de usarse clínicamente, la nueva prueba metabólica de tiroides podría prevenir miles de extracciones innecesarias cada año.
Cada año en Estados Unidos diagnostican alrededor de 52.000 nuevos casos de cáncer de tiroides y desafortunadamente, la prueba utilizada para el diagnóstico, llamada aspiración con aguja fina (FNA), no es concluyente. Cuando un patólogo no puede confirmar la presencia de cáncer, el paciente puede recibir una prueba genética de seguimiento que puede conducir a resultados falsos positivos.
Sin embargo, con el uso de esta nueva tecnología llamada imágenes de espectrometría de masas, la nueva prueba metabólica de tiroides es capaz de identificar los metabolitos producidos por las células cancerosas que actúan como una especie de huella digital de diagnóstico.
La precisión mejorada evitaría esas cirugías innecesarias, de las cuales muchas llevan a los pacientes a necesitar terapia de reemplazo hormonal por el resto de sus vidas o a tener que hacer frente a otras consecuencias de la extirpación total o parcial de su tiroides.